Resumen
Las víctimas de una catástrofe pueden sufrir estrés y alteraciones en la vida cotidiana, así como mostrar síntomas ansioso-depresivos y disociativos. El suceso traumático puede dañar la calidad de vida de las víctimas e interferir negativamente en su funcionamiento cotidiano. Si los síntomas se mantienen, puede aparecer un TEPT. El manejo del estrés agudo se centra en proporcionar seguridad y apoyo, así como en evaluar las estrategias de afrontamiento y las redes de apoyo social y en detectar a las personas necesitadas de un tratamiento más complejo. Los puntos abordados en la terapia están referidos a corregir las expectativas no realistas, a hacer frente al miedo y a la culpa y a reorganizar la vida familiar y social. Los tratamientos cognitivo-conductuales, tales como la exposición y la reestructuración cognitiva, han mostrado ser eficaces. A veces hay que trabajar también con la familia. Se analizan los retos de futuro